La Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO) se reunió en una emotiva ceremonia para reconocer y celebrar a la primera cohorte del grado académico de licenciados en Medicina Veterinaria y el título profesional de médicos y médicas veterinarias formados en nuestra casa de estudios. Una generación pionera, cuya historia quedará grabada en la memoria de la comunidad universitaria.

“Reconocer el esfuerzo y agradecer la confianza en creer en una carrera que nació precisamente con esta generación es fundamental. Hay muchos motivos para celebrar, para disfrutar y, por cierto, también asumir el desafío de buscar horizontes profesionales a partir del título que hoy reciben. Las herramientas las tienen, tanto profesionales como personales. Les deseo muchísimo éxito, que sean muy buenas personas por sobre todo, y excelentes profesionales también”, destacó el Vicerrector Académico de la UBO, Dr. Jorge Arias.

El camino que recorrió esta primera promoción no estuvo exento de dificultades. Los estudiantes ingresaron en un contexto complejo, en época de pandemia, lo que implicó enfrentar la incertidumbre, la distancia y la adaptación a la vida universitaria en circunstancias desafiantes. A ello se sumó la dolorosa pérdida de la docente Natalia Ciudad Gatica, cuyo recuerdo sigue presente entre la comunidad. Pese a todo, primó la convicción genuina de formar profesionales de calidad, con ética, compromiso y excelencia.

Verónica Montenegro, directora de la Escuela de Medicina Veterinaria, expresó: “para la Escuela de Medicina Veterinaria, este es un hito muy significativo. Nos tocó abrir la carrera y vivir este proceso desde sus inicios. Fue un camino arduo, pero lleno de satisfacción. Llegar a este momento, ver a los estudiantes crecer y transformarse en profesionales maduros, junto a la alegría de sus familias, nos llena de orgullo. Hoy podemos decir con certeza que la tarea está cumplida”.

La primera generación de titulados encarna los sellos formativos que distinguen a la UBO: profesionales con visión global, colaborativa y con plena conciencia de la interdependencia entre la salud animal, humana y ambiental. Este perfil les permitirá responder de manera integral a los desafíos de la sociedad contemporánea.

“En lo personal, este logro es inmenso. Soy casada y madre de tres niños pequeños, y cursar la carrera en esas condiciones fue un desafío enorme. Recibí gran apoyo de la Universidad y de la Escuela, lo que me permitió compatibilizar la maternidad con mis estudios. Hoy siento una profunda gratitud y orgullo, porque a pesar de las dificultades de la pandemia y las exigencias del día a día, pudimos cumplir nuestro sueño. Es un triunfo colectivo que nos llena de felicidad”, compartió Pía Reyes, una de las nuevas médicas veterinarias tituladas.

La Universidad Bernardo O’Higgins reafirma, con este hito, su compromiso con la formación de profesionales íntegros, preparados para contribuir al bienestar social y al desarrollo sostenible del país.