Rompiendo barreras: Alumni UBO transforma el deporte en un espacio inclusivo

Evelyn Concha Reyes es Alumni de la carrera de Educación Física, Deporte y Recreación de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), instructora de natación y actualmente cursa un Magíster en Inclusión Educativa. La docente, que ha enfocado su carrera profesional en la inclusión de niños y niñas diagnosticados dentro del espectro autista, conversó con la UBO acerca de su experiencia laboral, así como de los desafíos y gratificaciones del día a día en las aulas escolares. Esto fue lo que nos contó.

¿De dónde viene la motivación personal para especializarse en esta temática tan relevante?

E: Mi principal motivación fue vernos enfrentados como familia a desafíos en contextos escolares con nuestro hijo diagnosticado con autismo. Comencé a enfrentar muchas barreras sociales y emocionales, porque en las instituciones escolares los profesionales no están capacitados para incluir sin mirar a los seres humanos desde el déficit o desde lo que les falta.

Como madre, profesora y apoderada me enfrento constantemente a obstáculos en el ámbito escolar, en general los estudiantes autistas no tienen desafíos en referencia a lo qué aprenden, sino en cómo aprenden. Y en estos tiempos, considerar cómo podemos diversificar los recursos de aprendizaje es esencial para potenciar a las nuevas generaciones de docentes y derribar las barreras de acceso a la educación para todos y todas.

Luego de titularse como docente de Ed. Física en la UBO, ¿cómo fueron las primeras experiencias profesionales en las aulas?

E: Fue un desafío bastante difícil y enriquecedor a la vez, me titulé y entré a trabajar en un colegio de Enseñanza Técnico-Profesional en un contexto socioeconómico muy vulnerable, dentro de una comuna compleja. Con el tiempo comprendí que cada estudiante, por esencia, es diferente, y actualmente es iluso pensar que las aulas son homogéneas: existe mucha diversidad en todo sentido.

Estoy plenamente convencida que mi elección de ser profesora y trabajar con seres humanos me lleva a un nivel de conciencia muy personal, ya que trabajar con personas todos los días nos rompe las rutinas y nos hace impactar positiva o negativamente la vida de un ser humano. Por ende, abrazar y amar nuestra profesión nos hará abrazar y aceptar que todos somos diferentes.

Ahora, hablando del trabajo dentro de las aulas, cuéntenos un poco sobre las modificaciones e inclusividades que aplica en sus clases.

E: Primero me aseguro de conocer al estudiante; esto significa, informarme a través de la familia y del profesorado, de los desafíos físicos, sensoriales y emocionales que presenta, además de sus intereses profundos y diagnósticos. Establezco buena comunicación con las profesionales del Programa de Integración Escolar (PIE), y modifico los ambientes y estructuras de la clase para considerar a todos y todas los estudiantes (altas capacidades, estudiantes promedio y estudiantes con desafíos) para generar espacios de aprendizaje que sean confiables y seguros para ellos y ellas.

En estas clases ¿cuáles han sido los mayores retos teniendo presente las diferencias sensoriales y físicas de niños y niñas con TEA?

E: Mi mayor reto es realizar una clase asegurando y garantizando la participación de todo el estudiantado. Todos y todas tienen derecho a aprender con respeto y sentirse incluidos. Desde esta mirada es un gran desafío, ya que la inclusión es un proceso que no tiene fin; todos los días sobre la práctica, vamos aprendiendo en este camino.

Desde la experiencia que ha adquirido a través del desarrollo de su carrera laboral, ¿qué condiciones deberían tener las escuelas para garantizar una inclusión real en el área de la Educación Física?

E: Las condiciones óptimas e ideales para trabajar en una clase de Educación Física, considerando que nuestro universo generalmente es al aire libre, incluyen un espacio seguro con estaciones de trabajo claras y delimitadas, apoyos visuales (aparte de la instrucción verbal), idealmente cambiar el sonido del silbato por señalética visual. Por ejemplo, otorgar espacios de calma y descanso (delimitando y señalizando la zona de descanso), entregar instrucciones claras y precisas y tener recursos sensoriales (táctiles, olfativos, visuales, auditivos). Para todo esto es imprescindible conocer a los estudiantes.

Contando ya con una vasta experiencia y horas de clases, ¿qué cambios observa en el bienestar emocional y social de los estudiantes con TEA a través de la actividad física?

E: Son muchos los beneficios de la actividad física en estudiantes autistas, porque la gran mayoría, además de ser autista, presenta otros diagnósticos del neurodesarrollo. La clase de Educación Física es un recurso vital que nos permite promover la interacción social y emocional fuera del aula regular, brindándonos la oportunidad como docentes, de concientizar entre los pares sobre la condición y características inherentes de cada estudiante.

En esta misma línea de lo que ocurre dentro de las aulas, de las mejoras que se pueden realizar y de su propia experiencia como docente, ¿qué recomendaciones prácticas podría otorgar a otros profesionales de Educación Física que quieran sumarse a una docencia más inclusiva?

E: En primer lugar, es importante que la elección de ser docente sea escogida con la conciencia de que debemos garantizar la educación de todos y todas los estudiantes, valorando las diferencias que hay dentro del contexto educativo heterogéneo.

Existen muchos recursos en cuanto a la comunicación aumentativa y alternativa, por lo que podemos interactuar con un estudiante autista no verbal, por ejemplo, preguntando a los estudiantes antes de comenzar la clase: ¿cómo estás? o ¿cómo te sientes? (con apoyo visual de las emociones). Existen estudiantes que padecen trastorno del sueño; indudablemente su disposición y atención en la clase no será igual a la de estudiante que durmió sus horas correspondientes. Es importante tener espacios de la calma o zonas de descanso y acompañar la instrucción verbal con apoyo visual, como imágenes de formarse en fila/hilera, beber agua, sentarse en círculo, entrar a la sala o lavarse las manos, entre otras.

Considerando el progreso adquirido en su carrera como docente, y como Alumni de la UBO, ¿qué herramientas adquirió en nuestra casa de estudios que más han marcado su desempeño en las aulas?

E: La enseñanza más relevante que recibí en la Universidad Bernardo O’Higgins fue la formación en el respeto y la comunicación; me sentí muy valorada y respetada. Aprendí que el esfuerzo tiene sus recompensas, que en la vida debo recibir cada consejo con humildad, y que estar siempre dispuestos es clave para crecer en comunidad.

Dentro del contexto educativo lo más relevante son los estudiantes, ellos están creciendo, aprendiendo a resolver conflictos y a identificar y expresar las emociones. Por ende, todo lo que yo pueda adquirir en mi formación docente va a impactar a mis estudiantes en su futuro. La responsabilidad que asumimos en nuestra profesión es muy importante, porque trabajaremos con seres humanos frágiles, y en ellos debemos construir confianza y apoyo desde la primera infancia. Para eso nos volvemos profesores.

Finalmente, pensando en el futuro, ¿qué proyectos o metas le gustaría desarrollar en este ámbito?

E: Existen muchas ideas que han nacido en este camino desafiante y hermoso como es la inclusión. Considerando que es un proceso constante y “sin fin”; quisiera ser un aporte en el área de educación desde la práctica, ya que, desde mi perspectiva, existe mucha teoría sobre el autismo (que, por cierto, es importante), pero se necesitan acciones concretas para ir en apoyo de un gran porcentaje de profesionales de la educación que no fue preparado en la formación docente para incluir a estudiantes autistas en sus aulas. Esa falta de preparación produce temor, incertidumbre y desmotivación.

En este aprendizaje que voy adquiriendo de a poco, deseo promover contextos inclusivos y saludables tanto para el profesorado como el alumnado. Hay que considerar que incluir no es fácil, porque necesitamos recursos, herramientas, espacios, pero de a poco vamos generando instancias para acoger la diversidad.

Actualmente estoy realizando una investigación en el Parque Metropolitano de Santiago (Parquemet), cuyo producto final será un manual con lineamientos y directrices de acompañamiento para estudiantes autistas de primer ciclo que visiten el parque.

Además, quisiera potenciar y regular un colegio estilo “escuela bosque” al aire libre. Junto a una colega manejo la cuenta de Instagram Arriba las Diferencias para comunicar de forma más didáctica y cercana, y estoy desarrollando un podcast enfocado en informar acerca de inclusión desde las normativas vigentes en Chile, como la Ley TEA.